Marta Pilar
Mis paseos por el “Paseo del Siglo”, val...
Mis paseos por el “Paseo del Siglo”, valga la redundancia, me conducen indefectiblemente, como al burro la zanahoria, a tomar un café con un par de exquisitas medialunas saladas a media mañana o por la tarde un rico y bien caliente té, como el del miércoles pasado, con unos tostados de jamón y queso que estaban muy buenos. Como iba al colegio que queda a una cuadra de allí, los recuerdos felices de aquella época son los que vienen a mi memoria porque además nos reuníamos en uno de los apartamentos del lugar en el que vivía una de mis amigas, cuando todavía esta cafetería no existía y el ocal estaba ocupado por un antiguo negocio de equipos para calefacción.
Como podrán observar el edificio tiene una linda cúpula y grandes balcones que se complementa perfectamente con este clásico entre los clásicos con música de los 80, que nos muestra una decoración de ladrillos a la vista, una muy amplia y cómoda barra de madera lustrada, antiguos afiches enmarcados y una galería de cuadros de los personajes que pasaron por allí y dejaron su huella. Es el lugar indicado para el reencuentro con amigos, cruzarse desde el Cine del Shopping del Siglo a tomar algo a la salida o reunirse durante el almuerzo o la cena a saborear sus exquisitos platos caseros preparados por manos expertas. En el verano, por la tardecita y por la noche las mesas en la vereda están permanentemente ocupadas y es un verdadero milagro encontrar un lugar para instalarse porque, Pan y Manteca, logra que las personas se instalen y se sientan como si estuviese en su propia casa. Podríamos hasta decirles que de tanto en tanto deberían hacer limpiar los toldos y hasta agregar más plantas en los maceteros de la esquina.
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