Marta Pilar
Mis paseos por el “Paseo del Siglo”, val...
Mis paseos por el “Paseo del Siglo”, valga la redundancia, me conducen indefectiblemente, como al burro la zanahoria, a tomar un café con un par de exquisitas medialunas saladas a media mañana o por la tarde un rico y bien caliente té, como el del miércoles pasado, con unos tostados de jamón y queso que estaban muy buenos. Como iba al colegio que queda a una cuadra de allí, los recuerdos felices de aquella época son los que vienen a mi memoria porque además nos reuníamos en uno de los apartamentos del lugar en el que vivía una de mis amigas, cuando todavía esta cafetería no existía y el ocal estaba ocupado por un antiguo negocio de equipos para calefacción.
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