Al atardecer
Costó encontrarlo entre tanto edificio enorme y gente en plena Postdamerplatz, pero al fin lo conseguí, la hora era ideal, ya que todavía no era de noche y las fotos podían ser buenas.
El edificio es el marrón, sin cristales, y la entrada por un lateral, en la calle hay un anuncio.
Hay que pagar entrada, 5, 5o euros, y se trata de un bar con cristaleras y un mirador exterior dando a varias calles desde donde se pueden hacer buenas fotos sobre la ciudad.
El personal del café antipático y poco servicial, pero hay que estar dentro ya que el frío es acusado y fuera se puede estar poco tiempo. A cambio las vistas son de excepción, y algunas fotos también, vale la pena.