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2 opiniones sobre Papabubble

Caramelos diferentes

Esta tienda de caramelos artesanos merece ser visitada por su originalidad, la presentación de sus productos, y en gran manera para ver la elaboración de sus caramelos en vivo y en directo.
Hay varias sucursales a lo largo de todo el mundo, desde Brasil hasta Corea, y dos en Barcelona.
Además te pueden personalizar los caramelos como les pidas, sorprendente.

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Papabubble: caramelos artesanos

Ciutat Vella, el distrito con más solera de la ciudad es un laberinto lleno de sorpresas y peculiaridades que atrapan al visitante. Descubrir comercios únicos y productos exclusivos es uno de los alicientes más importantes para los turistas y locales que disfrutan perdiéndose en sus calles.

Los más golosos tienen una cita ineludible en el carrer Ample. En esta calle paralela al Paseo de Colón, se encuentra un pequeño local que es, a la vez, tienda y obrador de caramelos: Papabubble. Se trata de una ingeniosa idea que se materializó en 2004. Y es que, si Charlie y la fábrica de chocolate llevó a la literatura y al cine el sueño de millones de adictos al cacao; Papabubble hace las delicias de los amantes del azúcar en las mismísimas calles de la ciudad condal con un producto original y sorprendente.


Tal y como advierte su gente, entrar a Papabubble es una experiencia estimulante para los cinco sentidos. El azúcar cruje delicadamente para los oídos del visitante, que puede presenciar la elaboración artesanal de los caramelos frente a sí y tocarlos cuando están recién hechos. Además y, como es de suponer, aromas y sabores son los elementos más cuidados. En total, son treinta y cinco las variedades que podemos encontrar, y algunas son tan sugerentes como la canela picante o la piña colada.

Papabubble ha abierto recientemente su segunda tienda en Barcelona, esta vez en Sarriá, después de exportar su concepto a Tokio, Nueva York, Seúl y Vancouver, entre otras. Y la persona que ha hecho posible este sueño, el Willy Wonka de los caramelos, se llama Alejandro Siniawski. Él nos recibió amablemente en su despacho, mientras de la cocina subía un intenso y agradable sabor a cola, y le hicimos unas cuantas preguntas:

¿Qué os hace triunfar en ciudades tan dispares como Tokio, Ámsterdam, Barcelona o Nueva York?
“Ofrecemos un producto único e irrepetible de alta calidad. Además, los caramelos gustan a todo el mundo. Y cuando digo todo el mundo, digo el niño de seis años, el abuelo de ochenta y dos, el adolescente, el treintañero, la madre, etc.”

¿Cuál es el encargo más original que os han hecho?
“Esa misma pregunta la respondí hace unos días en un programa de radio y es una anécdota bastante reciente. Un día apareció por aquí una madre con la foto de su bebé. En muchas ocasiones, hemos hecho caramelos transparentes con fotos en su interior. Sin embargo, ella quería algo diferente: quería un bebé a tamaño real, una escultura de caramelo. Hicimos una pieza de cuatro kilos y medio: el cliente manda.”

¿Cuál es el sabor de Barcelona según Papabubble?
“Si fuera uno de nuestros sabores, yo diría que se encuentra entre la crema catalana y la canela (que es un poco picante).”

¿Y se corresponden con los más vendidos en la ciudad?
“He de decir que en Papabubble tenemos un espíritu un poco irreverente y bohemio, pero en nuestra tienda también triunfan los clásicos. El sabor número uno es la fresa, pero tenemos algunas especialidades que también tienen bastante éxito como el maracuyá o la citada canela picante.”

Y con esta última respuesta, nos marchamos con el aroma a caramelo pegado en el alma; agradecidos por una entrevista tan dulce.
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