Parador de Cangas de Onís

Un antiguo monasterio reformado, aún se puede visitar la iglesia e incluso cenar en una pequeña capilla. Las habitaciones son grandes, tamaño estándar de paradores, y el desayuno como no podía ser de otro modo, es muy bueno.

Además nos coincidió una actividad nocturna que hicieron consistente en el visionado de la película "El nombre de la rosa" en la antigua biblioteca de noche. Entre el ambiente y la película en sí fue una experiencia fabulosa.

Este parador es el antiguo monasterio de San Pedro de Villanueva (siglos XII al XVIII). Está emplazado en un lugar increíble con vistas al río Sella. Las habitaciones con instalaciones modernas, bonitos salones donde descansar antes o después de una buena cena en el restaurante. Se respira tranquilidad y calma.

La localización del parador es súper sencilla, está al margen izquierdo de la carretera que va a Cangas desde Oviedo, no tiene pérdida además que viene bien marcado.

Del parador a Cangas hay 2 kilómetros exactos, se puede ir caminando puesto que hay un paseo marcado al margen de la vía.

Las instalaciones del hotel no son para tirar cohetes, vamos es un sitio pensado para descansar y desconectar porque no hay piscina, no hay SPA, no hay mucho ambiente tampoco, es más bien un lugar para quedarse a descansar, cenando en su restaurante y disfrutando de la paz contemplando el monasterio y como no su capilla que es preciosa.

El parador es precioso. Nos lo regalaron con un pack de "La vida es bella" y nos encantó. La habitación tenía unas vistas estupendas a un jardín del parador con un río, precioso.

Terraza en la habitación y recibimiento con champán... Lo dicho, todo un lujo. Ruidos ninguno y el desayuno... ¡espectacular!

Lo malo, que nosotros que somos frioleros tuvimos que esperar hasta las 7 para poder poner la bomba de calor y por la mañana madrugamos y no sentimos que funcionara mucho, la verdad... Y una manía personal, las dos camas, eso de que una pareja acostumbrada a dormir en una cama de matrimonio duerma en camas independientes. Pero bueno, lo recomendaría.

El edificio fue levantado por orden del Rey Alfonso I "el Católico" el 21 de febrero del 746 y las excavaciones que se hicieron después, para la reconstrucción del mismo, así lo demuestran. Sobre el se fundó el Monasterio Regido por la Orden de San Benito hasta 1835. Actualmente se conservan dos salas con restos arqueológicos de este periodo.

El Monasterio fue declarado Monumento Nacional en 1907 y se encuentra a orillas del Río Sella, rodeado de un paisaje impresionante de los Picos de Europa.

Actualmente el hotel dispone de instalaciones modernas y ofrece degustaciones gastronómicas