Parador de Chinchón

Hola amigos viajeros!Este año pase mi cumpleaños dandome dos muy buenos caprichitos.Primero fui al parador de Alcala de Henarés y luego pase gratuitamente 2noches(gracias a los puntos conseguidos con la tarjeta amigos de paradores en el Parador de Chinchón).Muy buen parador solo tener en cuenta la época veraniega pues falta personal,por ejemplo el mêtre y se noto bastante. Llegamos al parador sobre las 3h de la madrugada, antes llame pidendo si fuese posible nos reservaran una bonita habitación, por puntos nos correspomdia la standar, eso sí nos tenían una preciosa habitación con muy buenas vistas al huerto omejor dicho al precioso jardín y ala piscina.Curiosamente la piscina estupenda con agua salada así se flota mejor.El servicio de repceción muy amable,las comidas estupendas,sobre todo el desayuno buffet,con amplia gamas de productos tipicos de la zona,los habituales y hasta productos light como barritis de virguinias 0% desnatado,zumos de jarra recién exprimido de frutos rojos,de papaya,kiwi etc.Os recomiendo si os alojais pedir en el restaurante menú degustación así provais de todo lo mejor que tienen un poco.Los pasillos se iluminan al andar y la iluminación muy original en la parte central horizontal de las paredes,es un lugar romántico,acojedor y muy tranquilo.Este año lanzaron unas opciones como ir a un spa que se encuentra a 5minutos andando del parador;es un hotel independiente el spa pequeño ahora coqueto y en el que consigues relajarte muy bien,muy buen servicio es más deseamos volver tanto al parador como al spa.

En nuestra ruta de otoño por Chinchón, visitamos su Parador Nacional.

Este antiguo convento de los Agustinos acoge ahora las instalaciones del Parador.

Fue fundado por los primeros Señores de Chinchón en el siglo XV, se trasladó a su actual ubicación dos siglos después.

En el siglo XIX se convirtió en un privilegiado centro cultural para la enseñanza de diversas cátedras.

Tras su expropiación por la Ley de Mendizábal funcionó como juzgado y cárcel de la comarca.

Su construcción con muros de ladrillo y mampostería, transmiten tranquilidad a los jardines del conjunto y patio interior.

El Parador de Chinchón es uno de esos lugares a los que a uno de gusta ir para desconectar de la ciudad, y que mejor que alojarse junto a la emblemática Plaza Mayor de Chinchón en un antiguo convento Agustino del siglo XVII.

Me encantó por la tranquilidad y paz que se respira entre sus muros y sobre todo porque está todo muy bien conservado y restaurado, siendo la joya del edificio su claustro donde puedes comer. Me encantaba coger el periódico de la prensa gratuita que tienen en el parador y pasarme minutos paseando en el sentido de las agujas del reloj por su claustro, sentarme en un banco dejar pasar el tiempo.