Esta en un sitio privilegiado. El risco por detrás y el mar por delante.
Estupendo para descansar. Se imparten también clases de buceo.
Como todos los paradores nacionales tiene un ambiente muy agradable.
Desde allí se puede visitar la isla que tiene cosas interesantes.
Salidas de sol espectaculares.
He estado varias veces y nunca me ha defraudado.
Nos dieron una habitación con vistas al mar, la sorpresa nos la llevamos por la mañana, muy temprano. Desde la cama, este maravilloso amanecer. Inolvidable.
Está lejos de todos los sitios, en una carretera sin salida. Para ir a algún lugar primero hay que llegar a la capital (20 minutos en coche) y después elegir destino. Imagina para salir a comer... Está bien como lugar de retiro y descanso, pero muy lejos. Las instalaciones y el servicio bien, como no se podía esperar menos de un Parador. Trata de coger vistas al mar, si no, pierde mucho: las habitaciones traseras no tienen interés alguno.
Trato exquisito
