Parador de Jarandilla de la Vera

Si es algo más que aconsejable visitar todo el Valle de la Vera en el norte de Cáceres, un lugar para alojarse es sin duda el Parador de Turismo de Jarandilla de la Vera. Ya de por sí esta localidad es la que tiene una mayor actividad en temporada estival y le acompañan unas temperaturas muy soportables en verano. Jarandilla puede ser el campamento desde donde podemos realizar excursiones hacia el próximo Monasterio de Yuste, Plasencia o cruzar la sierra, visitar el colindante Valle del Jerte y por supuesto comprar pimentón.

Jarandilla ha sido desde los tiempos más remotos encrucijada de civilizaciones diversas. En su término pueden encontrarse numerosas muestras de un amplio legado cultural, monumental y arqueológico. Entre los pueblos que habitaron Jarandilla podemos encontrar a los celtíberos, romanos, visigodos, árabes hacia el siglo VIII.

El Parador de Jarandilla, sigue en la línea del resto de paradores, majestuosidad y elegancia. Es un Castillo palacio medieval del siglo XV, entramos solo a tomar algo en la terraza del patio y fue amor a primera vista. Solo tenéis que ver las fotos para entenderme, apenas paseé por el interior buscando los servicios, pero espero venir otro día con más tiempo.

De nuevo, en época veraniega, en la bella Extremadura, encontramos un destino ideal en el Castillo-Palacio Medieval de S. XV, donde se encuentra ubicado un parador nacional, con una cocina regional estupenda y un servicio de los más agradable. Un castillo con posibles orígenes en los templarios y frecuentado por Carlos I de España y V de Alemania. Todo esto hace que cuando se está allí, uno se crea estar en otra época. Muy recomendable para una desaparición corta ... No en intensidad, tan solo en tiempo, del que tan falto estamos en esta época.

En Jarandilla de la Vera se encuentra este espectacular parador, una fortaleza, un castillo-palacio que aun conserva su foso que entre muchas historias sirvió de alojamiento al emperador Carlos V. Sus torreones valen para identificarle rapidamente cuando uno se acerca a Jarandilla.

El interior es mucho más agradable de lo que las murallas exteriores podrían anunciar. Tiene un enorme patio de armas que bien merece la pena acercarse a conocer aunque sea para tomarse un café o un vino y para sus clientes hay salas y terrazas de descanso, así como una estupenda piscina. Todo eso rodeado del

De este antiguo Palacio-Castillo decir que llegó a ser morada del emperador Carlos V. Es precioso, con unos jardines, salones y habitaciones que dejan con la boca abierta. Tomarse una caña en el Patio de Armas o un zumo junto a la piscina no tiene precio.

Lugar muy recomendable para pasar unos días en contacto con un espacio natural inigualable de la provincia de Cáceres

Buen hotel situado en medio del pueblo y de unos agradables jardines. Tomar algo en su patio junto a una fuente con agua corriendo y la sombra de las palmeras es un gran placer. Personal agradable. Único fallo: edificio poco accesible con muchos escalones sueltos, escaleras por doquier y no tiene ascensor para la mayoría de las habitaciones.

Bonito pueblo donde pasar unos días de ocio.

Entres piscinas naturales, agua y en el centro de La Vera y el Valle del Tiétar, se encuentra este Castillo-Palacio que estuvo ocupado por Carlos V durante varios meses.

En el exterior del hotel encontramos castaños, robledales y mucha belleza natural que ensalza los torreones, el patio de armas y la piscina. En el interior, el ambiente invita al descanso y su restaurante ofrece platos típicos de la zona como migas extremeñas, patatas revolconas, sopa de tomate, cuchifrito de cochinillo, caldereta de cabrito y postres artesanales como repápalos con leche y canela.