Magnífico lugar
Pués no entiendo muy bien porque este Parador solo cuenta con tres estrellas, ¡a ver en que hotel de esta categoría te suben las maletas a la habitación, te hacen la cama a media tarde si has descansado después de comer, o te tratan con esa delicadeza tan absoluta!.
Siento una especial emoción cuando me alojo en este tipo de edificios que la red de Paradores es única en ofrecer. No es lo mismo hospedarse en un edificio de nueva planta con decoración minimalista y trato impersonal (es lo más habitual), que en un palacio-castillo del siglo XV por el que han pasado desde Carlos III, hasta nuestros reyes actuales, pasando por infinidad de ilustres personajes y donde el trato afable y educado es la tónica habitual.
Este castillo-palacio es de estilo francés, digno de estar a orillas del Loira, una arquitectura inusual en la península, y esto es debido a los gustos de Doña Leonor, esposa de Carlos III de origen francés, ya que parece un edificio de cuento.
Su hijo el Príncipe de Viana (de este toma su nombre el Parador) llegó a incorporar un pequeño zoológico junto a los jardines colgantes establecidos en los patios interiores por su padre.
En la parte más antigua del conjunto de edificios se encuentra la recepción y unas pocas habitaciones (dicen que con fantasmas), estando el resto de estas en un edificio anexo y moderno.
La decoración es clásica y las habitaciones traseras cuentan con un encantador mirador desde el que las vistas son preciosas y la tranquilidad absoluta. No dejeis de ver las fotos que adjunto de la tormenta vespertina que disfruté desde este.
Ni que decir tiene que el desayuno con zumos naturales, productos típicos, y demás viandas, no tiene parangón. El restaurante del Parador de Olite lo teneis comentado en rincón aparte.
En fin un diez para este lugar enclavado en una preciosa plaza en el centro de este coqueto e histórico lugar, este si es un lugar para perderse.


