Parador de Siguenza

Siempre se ha dicho que los Paradores son siempre una visita obligada para el viajero allá donde vaya, independientemente de que se termine alojando allí o no. El caso del Parador de Sigüenza lo demuestra.

Situado en lo alto del pueblo, y con la apariencia externa de estar intacto, recordando a todos lo que fue, el Castillo Parador preside las vistas y asegura al visitante el recuerdo imborrable y perecedero.

Sus instalaciones son fantásticas y su ambientación, medieval, insuperables. No puedes dejar de acercarte al Parador, aunque sea sólo a conocerlo o a tomarte algo en su taberna

Este Hotel Parador es en sí mismo una de las visitas obligadas en Sigüenza.
Construido sobre una alcazaba árabe del siglo VIII, el castillo data del primer cuarto del siglo XII.
Es conocido como el “Castillo de los Obispos” ya que durante siglos sirvió de sede episcopal. Y en una zona de castillos como es Guadalajara, este es de los únicos que para verlo no hay que perderse en los montes ni andar durante horas, cosa que se agradece.

Por descontado que no es lo mismo visitarlo, tomarse una cerveza en el restaurante e irse, que pasar una noche en plena Edad Media; aunque claro, con todos los lujos del presente, la mejor gastronomía de la zona (y si algo es ineludible en toda la Alcarria es su gastronomía) y a unos precios abusivos.

El Castillo de Siguienza se encuentra ubicado en la ciudad homónimay dentro de la provincia de Guadalajara.
Este bonito castillo ha sido convertido en Parador Nacional, que termina marcando un punto de interés en la silueta de la ciudad.
Tiene un aspecto muy homogéneo, que nos ofreceun nivel de paramentos lisos y algunos torreones, unas veces de planta cuadrilátera, y otras semicirculares, siempre rematados por almenas.

El hotel fue anteriormente residencia de obispos y Cardenales hasta finales del siglo pasado. Este Parador de Turismo, en el que se respira un ambiente tranquilo, está instalado en la antigua alcazaba árabe.

En lo alto de la localidad se encuentra el castillo. El castillo es el actual Parador Nacional de Sigüenza. No he tenido la oportunidad de alojarme con frecuencia en un Parador, pero he de reconocer que fue una buena experiencia. La habitación amplia y cálida con una pequeña ventanita con poyo para sentarse a contemplar el exterior.

El salón de las comidas muy medieval, una amplia sala con bajoplatos metálicos, con muchas mesas, sólo faltaba el cerdo entero asado y las mujeres con gorro de cucurucho con pañuelo.

Creo que no es de los más caros pero como fue un regalo poco puedo informar.

El Castillo de Sigüenza es una fortaleza que se comenzó a construir en el siglo XII (sobre otro musulmán anterior), y fue la residencia de los Obispos de Sigüenza hasta el siglo XIX. Sufrió importantes daños, igual que la Catedral, durante la Guerra Civil, lo que obligó a su casi total reconstrucción. Ahora es Parador de Turismo y una de las grandes atracciones turísticas de Sigüenza.

Hay hoteles muy buenos, pero luego tenemos Los Paradores. De verdad, si queréis visitar Sigüenza, no podéis alojaros en otro sitio.

Sólo el hecho de alojarse en un castillo de estas características ya merece la pena. Recorrerlo es una maravilla: tiene una pequeña capilla integrada, un salón con chimeneas enorme. El servicio, como siempre, magnífico.

Edificio histórico precioso, mucho encanto, alrededores muy bonitos tanto para visita cultural como de naturaleza. Buena comida.