¡Increíble!
Un amigo recién conocido no cesaba de invitarme a conocer Poitiers, una y otra vez... Hasta que por fin agarré mi mochila y fui a pasar un fin de semana.
Gran conocedor de la ciudad, él me llevó, camino a la Catedral, a una tienda que desde fuera, no pinta nada...
Hasta que me contó él: Aquí, fabrican paraguas, de padre en hijo, desde hace 3 o 4 generaciones.
¿Cómo así los fabrican? Sí, los fabrican. Entremos. Un diluvio de paraguas de todas formas y colores, puesto que hay para niños, adultos, de matices sombrios o vivos, y con uno de los diseños registrado como propiedad de la tienda. La circunferencia también varía, y desgraciadamente el precio también (no hay nada por menos de 40 euros). Pero fue un placer charlar con el futuro dueño, hijo del actual (en francés), para descubrir que en Francia sólo quedan un par de fabricantes de paraguas, y que todos los productos y materia prima son comprados en Europa, sea la tela como la madera o el carbono.
