Encontré mi lugar en el mundo
Llevaba años buscando algo distinto, algo que me sorprendiera, en Resistencia. Caminaba por sus calles, andaba por sus barrios, buscando un lugar que me ayude a conectar con mi ser interior, con una tranquilidad que anhelo y me cuesta conseguir.
Y fue aquel día, cuando buscando la naturaleza, yendo hacia el Barrio Golf, pasando Mujeres Argentinas, vi bajando del terraplén que alguna vez freno las aguas de inundaciones, toda una secuencia de campings nuevos, de SECHEEP, de la AFIP, y luego de tres curvas, ya rodeado de mucha vegetacion, de grandes eucaliptus, vi una construcción extraña, blanca, como un templo budista, semiesferico, con banderas naranjas. Ya algunos me habían hablado de ese lugar extraño, algunos me decian que era una sinagoga (seguramente por el origen de su constructor...), otros me decian que ahí se escondia gente en la época que había estado deshabitado... Ahora lo que vi, al entrar, fue una gran explanada verde, y esa sala redonda blanca. Me fui acercando, entre, y allí dentro, todo era distinto...