El corazón de Camagüey
Ignacio Agramonte, uno de los héroes de la Independencia, fue un ganadero que condujo la revuelta contra España en esta zona en 1868. En 1873 lo mataron en combate con sólo 32 años de edad. Silvio Rodríguez le dedicó una canción, y Camagüey una estatua ecuestre en 1950, rodeada de una plaza con bancos de mármol y frondosas palmeras que tienen una curiosa historia: Los cubanos no podían erigir estatuas a sus mártires, por lo cual los honraron secretamente (1853) con el árbol que era el símbolo de la futura libertad de la Patria: la palma real. Son ellas monumentos vivientes. Cada palma que muere debe ser reemplazada por un ejemplar joven.