Irene Comas Chércoles
Dejar el tiempo pasar
Una de las experiencias más agradables que tuve en Japón fue dejando el tiempo pasar contemplando los ciruelos en flor en el Parque Ishibashi en Kagoshima. Como era día de diario apenas había gente, solo alguna abuelita paseando a sus gatos (sí, a sus gatos, que la seguían por todas partes como guardaespaldas).
Fue un día de estar conmigo misma, relajarme y tratar de absorber todo lo que me rodeaba, pues sabía que algún día lo añoraría. Tenía que vivir el momento al máximo.
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