una experiencia intensa y maravillosa
Quise aprovechara dos días por que mas no me permite la economía, y salir sola a dar una vuelta, como siempre a la montaña que las vivo y las siento con especial interés, y decidí poner el pie por primera vez en el Peneda Gueres, quede maravillada me paso igual que con los picos de Europa, la única decepción son las construcciones hoteleras de Castro Laboeiro, un atentado al paisaje. Por el resto todo muy bien la gente muy cercada y amable. Los lugares de ensueño. Os lo recomiendo de todo corazón. En la visita hay fotos de la torre del homenaje en Melgaco y su balneario preciosa fuente, es como viajar en el tiempo.