Parque Natural de Ponga

Dos ríos le ponen música cristalina al panorama: El Ponga y el Sella. Dueños de excepcionales cotos salmoneros y trucheros, los dos en su trayecto se hunden en espectaculares desfiladeros: El del Ponga se disfruta desde lo alto de una carreterita estrecha; el de Sella -llamado de Los Beyos, como el delicioso queso de Denominación de Origen que se elabora en la región- se recorre junto al estrépito del río, entre altísimos paredones. Esta naturaleza accidentada, tan pura e inmensa, ha contribuido a que durante siglos la comarca permaneciera aislada, regida por sus propios códigos y aferrada a sus particulares tradiciones pastoriles. Sus fiestas, su contundente gastronomía, sus coloridos mercados y ferias, y hasta el peculiar ‘bable’ –el dulce dialecto asturiano con tantas palabras terminadas en ‘u’- que hablan los ponguetos, anidan en las diminutas aldeas de típica arquitectura montañesa como si el tiempo no hubiera pasado.