El Viajero
En la Plaza del Gran Teatro, cuajada de...
En la Plaza del Gran Teatro, cuajada de edificios históricos, llama la atención una construcción que, aparentemente, desentona por su aspecto de iglesia de barrio obrero. Es un templo bajo, de forma cuadrangular, con un estilizado campanario y un amplio porche delantero, rematado en un conjunto de madera que alcanza la zona de ocio de la plaza.
Entrada carente de interés artístico a modo de porche curvo sobre podio.
Y, sin embargo, este templo tiene una larga historia. En su interior se halla la patrona de Manzanares, la virgen de Altagracia, patrona también de la República Dominicana.
Esta devoción procede de la fundación misma de Manzanares. Cuando Sancho III dona estas tierras al abad de Calatrava, este las encomienda a varios de sus capitanes procedentes de Vizcaya quienes tenían gran fervor por la virgen de Altagracia. Así en el acto mismo de fundación de la ciudad se puso bajo la advocación de esta virgen.
En el siglo XV se hizo necesario construir una nueva iglesia para sustituir a la existente desde el siglo XIII, pero en medio siglo hubo que construir una nueva iglesia mucho más amplia para acoger a la gran afluencia de devotos.
En el siglo XX se reconstruyó esta parroquia, para repartir la feligresía con la iglesia de La Asunción. Se realizó en el estilo ecléctico también conocido como posmoderno en el que la prioridad es la distribución del espacio más que la ornamentación visual.
Lo más interesante de la parroquia son las imágenes que contiene, como la patrona, recientemente restaurada, y el Jesús del Perdón.
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