Experiencia Manolito
Esta es la historia de una idea simple que claramente ha funcionado. Tenemos a Manolo - tristemente ya fallecido - repostero local que más o menos sobrevive en Colmenar Viejo, haciendo pan, tartas y pasteles.
Pero un buen día y no tenemos claro como, se saca una receta de la manga de un croissant pequeño, con receta propia. A esto le añade dos variantes, una recubierta con chocolate negro y la otra con chocolate blanco ... y ¡Boom! Éxito local, la gente se los quita de las manos y bautiza al producto como "Manolito" lo que hace que este humilde repostero con su familia se haga de oro y llegue a montar 10 tiendas (hasta donde he podido saber) por todo Madrid que funcionan de maravilla.
Receta secreta y guardada con esmero, hay que decir que estos "Manolitos" son un manjar impresionante y lo peor es que resultan adictivos, resultando fácil añadir calorías al cuerpo zampándonos toda la caja, casi sin darnos cuenta.
Como cafetería bien, cuidada, moderna y con buen servicio pero me resulta curioso un comentario que pudimos escuchar en la puerta de a misma: "el pan mediocre y los dulces nada de otro mundo pero esos Manolitos son una maravilla". Más o menos, mi impresión personal, lo que tampoco está nada mal.
Pero claro, el famoso Manolito es ahora un bien preciado y que pasa, pues que se revalora y nos encontramos con el precio de más de 13 euros por kilogramo. Con cajas ya preparadas de diferentes tamaños que nos indican a groso modo cuanto vamos a invertir en dicho manjar.
Manolito, nunca he visto un nombre tan simple que tenga tal efecto en el paladar ... deliciosos.


