hotel transilvania
Lo único bueno es la ubicación.
Lo malo todo lo demás. En la alfombra parecía haber una fauna por descubrir, y mejor no saber lo q hay debajo. El olor era a roquefort y la decoración parecía un burdel d los años 50.
Y todo esto lo sabemos porque estuvimos unos minutos para comprobar la reserva que no llegamos a usar.
Recomendable 100% a tu peor enemigo