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Llegué a Olympus porque luego de ...
Llegué a Olympus porque luego de Cappadocia quería recorrer la costa turca, sobre todo la llamada costa licia. Mi amigo Ahmet me recomendó Olympus: Me dijo que tenía una playa espectacular, ruinas de una antiquísima ciudad licia y un ambiente joven y relajado. Además, con su incipiente inglés me contó algo que me dejó pasmada: Según él, en Olympus la gente vıvía en chozas sobre los árboles. Eso tenía que verlo. Así que cogí un bus de 12 horas hasta Antalya (una ciudad enorme) y desde allí una combi hasta Olympus.
El lugar resultó paradisíaco, rústico, perdido en un valle entre frondosas montañas. Tan soñados son Olympus y su playa que hace unas décadas backpackers y hıppıes lo hıcıeron suyo. Dormían donde podían, hasta que la cosa empezó a organızarse y se construyeron cabañıtas de madera apretadas y encımadas contra y sobre los árboles. Eso fue lo que quiso explcarme Ahmet... En una de esas chozas fuı a parar yo.
Elegí la Pensión Saban, me pareció la mejor. Mi bungalow tenía todo lo que necesario y estaba impecable. Saban es de las más tranquilas pensiones de Olympus ya que ocupa un gran jardín arbolado con hamacas y tumbonas donde relajarse, y está un poco retirado del 'mini centrito' de Olympus, donde suena el reggae a todo volumen de día y de noche. Otro punto a favor del Saban es su buena comida, el desayuno, y su anfitriona Meral, una chica que nació en Olympus y tiene mucho para contar.
Elegí la Pensión Saban, me pareció la mejor. Mi bungalow tenía todo lo que necesario y estaba impecable. Saban es de las más tranquilas pensiones de Olympus ya que ocupa un gran jardín arbolado con hamacas y tumbonas donde relajarse, y está un poco retirado del 'mini centrito' de Olympus, donde suena el reggae a todo volumen de día y de noche. Otro punto a favor del Saban es su buena comida, el desayuno, y su anfitriona Meral, una chica que nació en Olympus y tiene mucho para contar.
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