Piazza dei Miracoli
Que pena haber tenido tan poquito tiempo para visitar Pisa. Me hubiera gustado no ser el típico turista que llega, está media hora, se hace la foto haciendo como que sostiene la torre, compra una réplica y se vá.
Pero nuestro amigo Tiempo es así. Aún no estás llegando y ya está empujándote para que te vayas.
Claro que cuando tienes escasas 7 horas en la escala de un crucero, y quieres cometer el pecado de comprimir todo el arte y la vida de dos ciudades como Pisa y Florencia en un tiempo tan reducido, es el precio que hay que pagar. O verlo rapidito, o no verlo.
Obligatoriamente he de volver.