Dónde vamos Eva
Sencilla y escondida
Soprende lo encajada que se encuentra la catedral en esta pequeña y recogida plaza desde la que casi resulta imposible tener un ángulo completo para apreciar la grandiosidad de Santa María.
No obstante, la plaza resulta atractiva por su sencillez y por algunas cantinas y bares que se sitúan en uno de sus laterales. Además las casas son de bonitos colores que contrastan con el blanco impoluto de la fachada neoclásico del Duomo.
Alghero regala este tipo de contrastes, calles alargadas, pequeñas plazas y al final, el inmenso mar y los miradores de la muralla.
Imprescindible entrar en la catedral y después visitar alguna cantina.
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