Eduardo García
El estrecho callejón en el que cabe otro Japón
Un paseo por Shinjuku nos permite conocer muchos Tokios, disfrutar muchas de las caras de Japón, y una pequeña aventura gastronómica por el Piss Alley es algo que no debe faltar.
Muy cerca de las avenidas llenas de neones y las grandes torres de oficinas hay un pequeño callejón que enseguida nos recordará a muchas películas ambientadas en Asia, en el que los personajes se adentran en alguna clase de exótico laberinto. Pequeños restaurantes de dos plantes, con unos pocos taburetes en la pequeña barra del piso de abajo y escasas mesas en la sala de arriba, ofrecen bocados sencillos, las mayoría en brocheta.
Aunque Piss Alley está junto a zonas muy turísticas siempre he visto allí un ambiente muy local, en el que la mayoría aparentan ser clientela fija. Con un par de señas y una sonrisa es fácil entenderse con quienes te atienden, y el ambiente te hará sentir extrañamente lugareño aunque no entiendas una palabra de lo que se dice.
Hay que reservar un par de horas para unas cervezas y unos pinchos en este otro Japón.
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