Jedno pivo, prosím
Tal vez sea casualidad, pero no lo creo. Me refiero a que el mejor cristal de copas esté en la ciudad donde mejor cerveza tienen del mundo, Bohemia. Si, ya sé que habrá quien diga que no, que la mejor está en Alemania, Inglaterra o incluso Bélgica; pero no, no se engañen; que Alemania tenga fama de festivales de jarras de cerveza, que Inglaterra tenga fama de chuzos cerveceros o que Bélgica tenga la mayor variedad de las mismas; no implica que ninguno de estos nombrados páises ostente el título de cerveza con mayor calidad, esta credencial sólo pertenece a Czech.
Y en Praga, su capital, se pueden degustar una gran variedad de cerverza, a un precio totalmente absequible para cualquiera. Pilsner Urquell, Gambrinus, Staropamen, Svijany, Poutnik o la Budvar; no confundir con la Bud estadounidense. Entres al bar que entres, las jarras totalmente empañadas, casi heladas, te sonrien desde la barra, y tú, un sediento turista, las miras totalmente entregado, y por un escaso euro te las puedes llevar directo al estomago y saborear el aroma del trigo, del lúpulo; lamer con la lengua la espuma perfectamente densa, bajarla sobre el posavasos y observar como la carrera de gotas de escarcha compiten por llegar a la mesa. Es un espectáculo para el sibarita de la espumosa, rubia, fresca y envejecida en barril de roble...ella, la cerveza.
