Paraíso
Preguntando por la playa nos mandaban todos hacia la parte de arriba del pueblo... hasta la parte más alta de Bermeo. Y efectivamente, ahí estaba la playa. Una gran cuesta nos separaba de esa preciosa cala. Monte, roca, arena, agua... ¡Paradisíaco! Aunque tengo q decir q el gran descubrimiento fue el ambiente que había con los bermeanos. Ahí todos parecían una familia. Si había 20 niños en la cala, no había uno con sus padres. Jugaban todos juntos, los padres no necesitaban controlarlos, los jóvenes q llegaban se saludaban todos, se iban juntando para ir al agua, al txiringito...
Hubo un momento en el que uno de los abuelillos encontró una estrella de mar. Me encantó como aviso a los más peques, que a su vez iban avisando a todos los niños y se iban todos acercando. Parecía una clase. El abuelillo orgulloso contándoles historias de marineros y los niños alrededor suyo con los ojos abiertos, venga a preguntar.
