Un descubrimiento a la vuelta de la esquina
Cuando vivía en Barcelona buscámos un lugar cercano al que poder ir con unos amigos de UK unos días a simplemente relajarnos, era primavera y aún no había mucho turismo. Como conocía al encargado de uno de los hoteles de Platja D'Aro decidimos ir. Además, ya no podía darle más largas después de tantos años viviendo allí mientras él me insitía en visitarle para demostrarme lo bonito que era. Sin duda nos volvímos con una impresión totalmente diferente de la que teníamos. Su hotel estaba muy cerca de la playa grande de Platja D'Aro, el segundo día, con un espíritu algo más aventurero decidísmo andar por el camino de ronda que comunica todas las playas.