Playa de Aviño

Si os gustan las playas vírgenes, totalmente vírgenes y poco frecuentadas, esta seguramente será un sueño cumplido. Es una playa grande, de mar abierto, muy brava, de arena fina, en la provincia de La Coruña, en la zona conocida como Costa da Morte.

La razón por la que creo que es tan poco frecuentada es por su difícil acceso. No hay ninguna indicación para llegar a ella a no ser en un rincón del pueblo más cercano, a unos 3 kilómetros de ella, Aviño. Se accede a través de una pista, ni siquiera una carretera (de hecho una pista que no aparece en los mapas, pues yo viajaba con uno bastante detallado y no aparecía, al igual que tantas otras carreteras y pistas de Galicia). Después de recorrer unos 7 kilómetros entre pinares y eucaliptos llegas a esta playa en la que no hay ni una casa, ni un chiringuito, ni siquiera socorristas, mucho menos baños, duchas ni nada por el estilo, vamos que es una playa totalmente virgen por donde se mire.

Es difícil llegar, pero ése es precisamente uno de sus puntos fuertes. Es una playa tranquila, grande y silenciosa. Aunque haga mal tiempo, merece la pena acercarse y disfrutar del espectáculo de rocas que regala la marea baja. Podemos pasar un buen rato recorriéndola y viendo (sin tocar) la cantidad de vida que albergan.
Muy cerca discurre un tramo de la "ruta de los pinos" por lo que podemos aprovechar sus senderos para disfrutar de magníficas vistas de la playa desde perspectivas muy distintas. En verano, el camino se hace más llevadero si recogemos algunas moras.
Como en toda la "Costa da Morte" las puestas de sol son espectaculares.

La playa de Aviño cuenta con 400 metros de longitud, arena fina y dorada. Es una playa poco frecuentada por su difícil acceso.

Playa Bonita y tranquila, lo que menos me gusta es el acceso, pero ese es su encanto, si tuviera muy buen acceso estaría lleno de gente y coches. El aparcamiento a veces es difícil.