Relax playero frente al Mar Negro
La larguísima playa de Obzor ha pasado bastante desapercibida durante el boom turístico que ha experimentado la costa búlgara del Mar Negro en las 2 últimas decadas. Tratándose de una pequeña localidad, antaño pequeño puerto pesquero, situada a medio camino entre las dos ciudades más importantes de la costa del Mar Negro, Burgas y Varna, en los últimos años ha experimentado un crecimiento turístico espectacular. En gran parte, este crecimiento, que ya puede empezar incluso a llamarse masificación, se ha debido a su extensa playa. De arena excepcional, expuesta durante varios kilómetros a las tranquilas aguas del Mar Negro, la playa de Obzor ha servido para que muchas cadenas de hoteles hayan echado el ojo y se hayan asentado en este tranquilo paraíso todavía no excesivamente explotado.
Aunque la zona de la playa en la que estuvimos no tenía paseo como tal, la mayoría de las playas de Bulgaria están sin urbanizar, es una playa super limpia, con una arena fina de calidad y con cierta pendiente hacia el agua en la orilla, aunque sin apenas oleaje, únicamente el oleaje que generan las numerosas motos de agua y otro tipo de actividades acuáticas que se pueden disfrutar en ciertas zonas de la playa. Respecto al agua, está limpia, pero al igual que en muchas otras zonas del Mar Negro, hay muchas algas, sobre todo en la orilla, lo que le da al agua un color ciertamente oscuro, pero como digo, es algo natural, es decir, el agua es limpia.
Lo que decía, aunque hasta ahora la playa de Obzor había escapado a las garras del turismo masivo, empieza a estar ya algo masificada, aunque no deja de ser una playa ideal para tostarse al sol y disfrutar de un tranquilo y relajado día de playa frente al Mar Negro.
