Miguel Angel Abella
Bañarse, tomar el sol, pasear, hacer fotos....
Toda la costa lucense es una joya de la naturaleza. Su geologia ha permitido que el mar realizara esculturas con la costa, esculpiéndola durante siglos.
La arena fina y de color blanco grisaceo (debido mayormente a la pizarra que hay en los cantiles). Salpicada por un mar limpio de color verde azulado que te invita a bañarte.
La bajamar te permite pasar de una playa a otra andando, y a su vez explorar las cuevas labradas por el mar en la base del acantilado. Se puede surfear con precaución, ya que hay multitud de rocas escondidas por la pleamar que se dejan ver en la bajamar.
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