Playa paradisíaca
Aviso para viajeros: si alguna vez vas a Lanzarote, no puedes dejar de visitar Papagayo. Está a unos 10 minutos en coche de Playa Blanca, en el sur de la isla. Es una zona completamente virgen, se llama Área Protegida de Los Ajaches. Para acceder a esta reserva (y por tanto, a Papagayo), se debe pagar una entrada por vehículo, unos 3 euros. Desde la entrada a las playas hay poca distancia, pero el camino no está asfaltado (así que cuidado con los coches, aunque sean de alquiler...) y en pocos minutos estaremos cerca de las playas. Hay unas cuantas, todas muy bien señalizadas, pero yo recomiendo la de Papagayo.
La playa está situada en una pequeña cala entre la montaña, el camino para bajar es un poco empinado pero para nada peligroso. Cuando llegas a la playa, lo primero que sientes es la arena bajo tus pies. ¡Tan fina! Al vivir en una isla, estoy acostumbrada a muchos tipos de arena, pero nunca había tocado una tan fina, parecía pan rallado.
El agua es muy cristalina, con tintes verdosos como esas que estamos acostumbrados a ver en las del Caribe. Algo que no puede faltar en tu mochila, además de la toalla y la cream solar (porque para tomar algo tienen un chiringuito con unas vistas espectaculares), son las gafas y el tubo. ¡Menudo fondo tiene Papagayo! Una mezcla de rocas y bancos de arena, en el que si te dejas llevar contemplando los peces, puedes pasarte horas...
¡Una preciosidad!


