Qué playa la de Porto de Galinhas
La costa de Brasil posee algunas de las más hermosas playas del Mundo, y la de Porto de Galinhas es una de ellas. Ubicada a poco más de una hora por carretera de Recife aparece Porto de Galinhas, una población que comenzó siendo un puerto clandestino de esclavos (cuando llegaba un barco de esclavos se decía que ya había galinhas en la playa) y que hoy vive un acelerado proceso de construcción desaforada.
Además en los últimos años el turismo masivo ha desembarcado con todas sus consecuencias. Aún así a pesar del intenso tráfico y los accesos a la playa plagados de pequeños hoteles y construcciones desangeladas entre palmerales, la playa sigue siendo maravillosa.
Un mar tranquilo de azul intenso, un arenal casi kilométrico bordeado por palmeras y las sombrillas de colores anuncian un prometedor día de playa. Una vez superada la prueba de esquivar a los vendedores de cocos helados, bebidas, bikinis, espetinhos y pulseras hay que gestionar el tema de las tumbonas y sombrillas ya que si decides consumir bebida o comida, las tumbonas y las sombrillas son gratis. Así podrás vivir una auténtica experiencia playera barasileira siendo atendido durante el resto del día a cuerpo de rey en forma de caipirinhas, cervezas, piñas coladas, pescado fresco, cafés….
Por si fuera poco, la playa cuenta con piscinas naturales y su propia barrera de coral a la que se pude acceder en marea baja en pequeñas barcas llamadas jangadas. Allí podremos bañarnos en un agua cristalina rodeados de una multitud de pequeños peces de colores. Y por si no es suficiente, podemos acercarnos a alguno de los clubs de buceo para hacer inmersiones con botella.
Además de la playa, Porto de Galinhas está llena de restaurantes, terrazas, pousadas y tiendas de recuerdos. Hay agencias de turismo que te llevarán a bucear más lejos o a pasar el día en playas cercanas como las de Muro Alto, Maracaípe o Camboa. A todo esto hay que sumarle una temperatura del agua perfecta, el espectáculo playero de los vendedores, ver el atardecer entre cocoteros y un ambiente nocturno muy animado.
Sin duda uno de mis rincones playeros favoritos.
