Playa de Tarifa

Vivo en Tarifa desde que nací, y ahora que por motivos de estudios me he tenido que ir, lo echo más que de menos, aunque me separe de ella durante dos semanas, da igual, echo de menos sus playas, sus paisajes cambiantes, su luz, su color, su olor... Es un lugar perfecto para relajarte, para soñar despierto, para descubrir y perderte.
Sus puestas de sol son de lo más alucinante, y la magia de tener un continente diferente al otro lado del mar es indescriptible.
Si además eres amante del surf, el windsurf, el kite o cualquier deporte de agua, es un lugar idóneo, pues Tarifa está considerada la Meca del Viento.

Si no te va el "rollito surfero" y quieres pasar un día tranquilito en la playa, no tienes ni que salir del pueblo, no te hará falta el coche y tendrás unas vistas chulísimas desde el lado del espigón, el que da al puertecito en el que atracan los barquitos de los pescadores. Yo fui al atardecer con la cámara, el bocata y mi libro.., y tenía sentados de sol y de sombra. Para ver las puestas de sol nada más que tienes que darte la vuelta y mirar al otro lado de la playa.

No será la mejor playa de la costa gaditana pero, como todas ellas, es espectacular. Si no te importa que haya un poquito de viento (Tarifa es, literalmente, 'la ciudad del viento'), acércate a esta playa. Hay muchísima gente practicando deportes acuáticos como windsurf, y al ser una playa bastante virgen es amplia y siempre hay espacio. Además, en el horizonte podrás visualizar levemente el continente africano.

Si tienes tiempo, baja al puerto y contrata un viaje de avistamiento de cetáceos; te dará una vuelta por el Estrecho de Gibraltar y podrás ver, dependiendo de la época del año

No hay playa igual. Aunque Punta Paloma es más salvaje.
Pero Bolonia es especial. Sus puestas de sol, tras la duna, son increíbles. Su arena es superagradable. Sus aguas autenticamente atlánticas.
Un paraíso, en definitiva.

Increíble playa. De una belleza espectacular. El agua cristalina, fría, como a mí me gusta, y limpia como en pocos sitios he visto. Más gente de la esperada, eso sí. Pero es que ya se conoce todo. Un día inolvidable.

Estas imágenes pertenecen a las hermosas playas de Tarifa, en la provincia de Cádiz, un rincón para vivir atardeceres únicos, llenos de color. El atlántico perfila el horizonte y la fina arena blanca acaricia tus pies si paseas por los Lances, Bolonia o Paloma.

Hermosas dunas en las que el atardecer crea delicados contraluces que perfilan, a su vez, delicadas ondas de arena... Esto si es un rincón para perderse de vez en cuando y sentir la naturaleza con sabor a sal.

El viento en tu cara, la arena a los pies y unas magníficas vistas a tu alrededor. La playa de Tarifa te cautiva incluso desde lejos. Y es que una vez que estás allí, no quieres irte. Las olas envuelven a los amantes del Kite-surf que, bajo la atenta mirada de los turistas, recorren la costa de punta a punta.

Sita en la costa de la luz andaluza, Tarifa es considerada la Meca del kitesurfing y kiteboarding en España.
Tiene dos vientos predominantes: el fuerte y cálido Levante que sopla de día y de noche ( viene del Mediterráneo) y el otro más frío, Poniente ( del Atlántico) que sopla fuerte por las noches. Así que depende de cual sea tu objetivo podrás practicar deporte de riesgo o disfrutar relajándote con un buen día de sol, agua y arena. Eso si!! Consulta el tiempo y planifícate conforme al viento!!

Un lugar para perderse; relajarse de la ciudad y ver paisajes únicos.

La verdad es que si nunca has visitado este lugar debes de hacerlo seguro, además te transmitirá aire puro y con cierto toque hippie que siempre ha rodeado parte de la costa de la luz.

Sobre Todo nunca verás tantas cometas surcando el cielo azul y tablas rompiendo olas.

Tarifa es increíble, mágica, preciosa, tranquila pero a la vez marchosa...
Lo tiene todo, playas de ensueño grandes con arena fina, lugares que visitar, un castillo en el que adentrarse, gente adorable que te acogen como si fueras uno mas...
Si vais una vez repetireis... Yo ya he vuelto desde esa foto 4 veces... Y las que me quedan.