Perfecta para desconectar y para el skimboard.
De un lado limita con la playa de El Palmar y del otro con el Faro de Trafalgar, donde comienza la playa de Caños de Meca.
Para acceder hay que hacerlo por alguno de estos dos lugares, lo que dificulta un poco las cosas ya que suponen varios minutos andando que, bajo el sol de justicia del verano en el sur de España, se hacen muy largos.
Eso sí, una vez dentro merece la pena si lo que buscas es una playita tranquila donde relajarte al sol. En invierno está vacía y en verano va muy poca gente. Es perfecta para llevarte un libro y desconectar. O para practicar un poco de yoga a solas o guiado por uno de los muchos profesores de esta disciplina que viven por la zona.