Arenas infinitas y más
Por recomendaciones de un amigo en nuestra busqueda de playas inglesas, nos decidimos a visitar esta localidad cercana a la ciudad de Preston, en la costa Oeste de Inglaterra. Muy bien indicada, facilidades de todos los tipos, con campo de golf incorporado a las inmediaciones pero bastante desierta en un día bastante bueno de los que en este país no abunda.
Al poco nos dimos cuenta de los que pasaba. Tras acercarnos con todos nuestros utensilios, lo primero que nos llamó la atención fue la ausencia de agua ... ¿playa? Bueno, mirando al horizonte pudimos vislumbrar siluetas y lo que era el mar. Curioso, pués está playa de gran reputación en época Victoriana (siglo XIX) contaba y cuenta con un embarcadero histórico y de igual reputación ... ¡el agua tenía que llegar!
Después de andar como 25 minutos, el agua aun quedaba muy lejos, así que nos plantamos en ese lugar donde los niños lo pasaron bien y donde decidimos volver a la zona habitada o al menos, no desértica, pués es la sensación que teníamos.