Una plaza muy arbolada
Esta plaza con todo un muestrario de los típicos árboles de la zona misionera, como son el lapacho, el peteribi, el jacarandá, palmeras, pinos de diferentes variedades, timbó etc., así como canteros con rosales, vincas, alegrías, bignonias y otras muchas le dan un aspecto fresco y acogedor. De muchos de los mencionados árboles penden de sus ramas, orquídeas silvestres que en temporada florecen y les dan más vida aún. También pude encontrar “coffea arábica” o plantas de café y los “stenocarpus soniatus” más conocidas como rueda de fuego con sus flores muy rojas.
Esta plaza nació en lo que fuera el cementerio cuando se fundara la ciudad principios del año 1600, fue inaugurada como tal en el año 1871. Remodelada por Alejandro Bustillo en 1937, le siguieron otras posteriores hasta la actual en la que se incorporaron una vistosa fuente de agua, con cascadas, modernas luminarias, bancos de madera, dos relojes con un banco cantero rodeándolos en cada extremo de la plaza. En el centro la Estatua de la Libertad y sobre una de las calles laterales salen de las baldosas diferentes chorros de agua alternadamente y por otra de las laterales frente a la Catedral hay kioscos con venta de revistas, golosinas, artesanía etc. Frente a la plaza y por calle San Martín se encuentra la Catedral San José y por calle Félix de Azara la Casa de Gobierno. La plaza esta bien cuidada y es un recreo para la vista el ver tanto verde.
