Plaza de la Mezquita Nueva

Uno de los lugares que más me divirtió de Estambul fue la plaza que se abre entre la Mezquita Nueva, el Bazar de las Especias y el Puente Gálata. En este pequeño ágora las protagonistas son las palomas, ¡palomas que estarán encantadas de que las asustes! Y sobre todo de que las alimentes.

No te pierdas los puestillos que venden comida para pájaros, justo a los pies del gran templo musulmán. Por muy pocas liras podrás hacerte con un platillo y atraer a un sin fin de pájaros (no los toques, ya sabes que las palomas no son precisamente higiénicas). Y cuando se confíen, ¡corre! La foto que sale de todo eso es muy divertida y, el rato que tu pasas, aún más.