Pura literatura
En mi paseo de hoy por este maravilloso barrio, he topado con este rincón sereno, tranquilo, alejado del mundanal ruido y de la saturación turística de Barcelona.
Bonita plaza en el corazón del barrio de la Ribera, que debe su nombre al antiguo convento de San Agustín que estaba emplazado en este lugar y del que se conserban algunos restos.
El lugar parece sacado de alguna novela de Eduardo Mendoza, tiene un increíble toque literario. Con acentuados contrastes, ya que podemos contemplar unos soportales mediavales, edificios del XVIII y actuaciones urbanísticas modernas.
La preciosa farola que nos recibe, nos invita a sentarnos en alguna de sus terrazas y disfrutar de una bella mañana otoñal. Totalmente inspiradora, esta plaza parece retener el encanto de las musas, podría escribir mil historias en tan solo unas horas aquí sentada.