Y la belleza se hizo piedra
Un pueblo que es una delicia, un lugar en el que cada rincón parece tener una historia propia, un lugar de leyenda y sobre todo de hermosura. Eso es Altafulla.
Visitarla es volver atrás en el tiempo y disfrutar de una villa que aún conserva magníficos ejemplos de la arquitectura medieval, que respira misterio pero también ha sabido engancharse a los tiempos modernos, al siglo XXI.
Si recorremos sus calles en busca de casas señoriales, castillos e iglesias, debemos hacer un alto en esta pequeña plaza que se encuentra frente a otra más amplia y más señorial, la de la Iglesia. Sin embargo desde la de San Martín, que ese es su nombre es desde donde tendremos la visión más espectacular y completa del conjunto que forman el castillo y la Iglesia de Sant Martí.