De noche, con miles de manifestantes y...
De noche, con miles de manifestantes y otros tantos de policías antidisturbios, cámara en mano y "ready" para correr en cualquier momento..Así llegué a la plaza del parlamento presidencial húngaro. Un edificio hermoso donde lo mires y a la vez imponente por su grán tamaño.
Llegué sano y salvo, además, como premio, me dieron una salchicha a la brasa con un trozo de pan. Los ánimos estaban a flor de piel ya que se acercaba la revolución social que el pueblo de a pié pedía dos días después de que el presidente elegido "democraticamente" reconociese ante todo el país que había hecho mil y una trampas para ganar las susodichas elecciones. Viví días y momentos muy tensos pero a la vez excitantes por la importancia histórica de los hechos. Para mí fue un honor participar pasivamente, a modo de ojeador y vídeo-aficionado en esta primera revolución social en la también novedosa e inexperta "democracia húngara", después de siglos de mandatos de reyes, emperadores, conquistadores,etc.. Y la última y mas reciente ocupación ruso-comunista.