Plaza Mayor de Medinaceli

El pasado de Medinaceli, superpuesta en los estratos del suelo y del tiempo, dejó en esta plaza un intenso poso cultural y patrimonial. El esplendor histórico de la ciudad, unido a un progresivo abandono que sufrió a partir del siglo XVI le permitieron conservar apenas sin alteraciones su aspecto señorial, lo que la llevó a entrar directamente en el Catalogo de Conjunto Histórico-Artístico español.

A partir de ahí comienza una ardua labor de recuperación, que tendrá su centro en esta plaza, a la que se asoman calles empedradas y sinuosas, que dibujan los restos más antiguos del trazado urbano de época árabe, a las que se asoman casonas nobles de grandes blasones, como el Palacio de los Duques de Medinaceli.

Esta magnífica Plaza Mayor de Medinaceli tiene la estructura de típica plaza castellana porticada de forma rectangular en la que se encuentran importantes monumentos como la antigua Alhóndiga -obra del siglo XVII- con dos pisos de arcos y el Palacio Ducal obra capital de la arquitectura del siglo XVI. Verdaderamente preciosa, como todo el pueblo.

Muy recomendable la parada en este pueblo y perderse por sus calles y plaza. En la Plaza Mayor se puede encontrar la alhóndiga del siglo XVI, porticada y también el escudo ducal en la fachada.

También está en esta plaza el palacio ducal. Una pena que estaba en obras cuando visitamos el pueblo.

En la misma plaza también se encuentra el aula arqueológica de acceso gratuito donde se puede ver ua vídeo resumen de la historia del municipio.

En Medinaceli, como en toda ciudad castellana que se precie, no podía faltar una buena Plaza Mayor. De forma rectangular y porticada, esta plaza cuenta con edificios monumentales como la antigua Alhóndiga (siglo XVII) y el Palacio Ducal (siglo XVI).

Llovía ese día y estaba solitaria pero me encantó.

Parece sacado de un libro de historia y espero repetir cuantas más veces mejor, si no lo habéis visitado, no dudéis ni un segundo porque estoy seguro que no os defraudará.

La Luz de la plaza y la cerámica para disfrutar de una buena mesa.