una plaza romántica
Dedicada a Federico García Lorca, un rincón en el pueblo de manilva para no perderse, relajante, romántico como el poeta. Veis las dos preciosas columnas con 4 niños desnudos y racimos de uvas, que es lo que da fama a este pueblo, la vendimia y la pisada de la uva ahora a primeros de septiembre son sus fiestas yo de poder voy, nunca pise uvas. Unos buenos vinos, y dos tipos de moscatel, que naturalmente traje a casa. Unas uvas gigantes negras, verdes, y las pasas te la venden en el mismo racimo hecho pasa o ya sueltas.
Volviendo a la plaza me enamoro, está en la calle de la iglesia con cruze a la calle de la ocasión(nombre curioso verdad!!), este pueblo tiene encanto es pasear por su casco antiguo y descubre rincones bellisímos como éste. Como invita el lugar a sentarse con el sonido del agua, bien a leer un libro o a disfrutar de los detalles de la plaza.