Una Plaza con historia, cultura y ambiente
Surgió a finales del siglo XVII, con el nombre de Plaza Nueva, con el propósito de servir a la actividad mercantil, pero ya en el siglo XIX, pasó a ser lo que hoy conocemos por Plaza Vieja. Este espacio donde rara vez se puede encontrar una sombra es, sin embargo, mágico en muchos sentidos. Centros culturales como la Fototeca de Cuba, el Planetario, la Cámara oscura, o la Vitrina de Balonia, ofertas gastronómicas como El Escorial, la Factoría de cervezas y maltas, o el Café Bohemia, así como tiendas de marcas internacionales reconocidas como la Benetton o la Paul & Shark, dan a la Plaza Vieja la versatilidad de combinar la historia con el presente de manera sobria y natural.
A menudo es sitio de exposición de obras escultóricas como Natura, la Palma que nace entre los adoquines frente a la Cámara Oscura, o el impresionante gallo cabalgado por una mujer desnuda y con tacones, regalo a la ciudad del el excelente artista Roberto Fabelo.


