El mejor mirador de la ciudad
Sin duda se merece este título, ya que miremos a la izquierda o la derecha, al norte o al sur, como queramos llamarlo, la construcción parece dividir de manera radical a Ginebra. Y de igual manera que la divide, permite que tengamos una visión de 360º de la ciudad.
Por un lado tenemos la impresionante potencia del Jet d' Eau, que es a Ginebra lo mismo que la Torre Eiffel a París. Un surtidor que lanza un chorro de agua de nada menos que 140 metros de altura y que es perfectamente visible desde la mayoría de los grandes hoteles y restaurantes que se levantan en la orilla izquierda. Lleva funcionando casi ininterrumpidamente ( solo para en caso de heladas o fuerte viento) desde 1891. En el mismo embarcadero desde donde disfrutamos las estupendas vistas, a pie de puente, podemos vivir un viaje nostálgico en el histórico vapor "Savoie" para deleitarnos con la imagen de los montes de la Saboya e incluso del mismísimo Mont Blanc, o tomar una de las "mouettes" que a intervalos de diez minutos cruza el lago Leman de lado a lado en un viaje en el que el destino es el propio recorrido. Y al final del lago, el Ródano, que se abre camino hacia el Mar Mediterraneo.