Bretagne
Una joya gótica de gran altura
Una joya gótica de gran altura entre pequeñas casitas bretonas en un promontorio a orillas del Goyen, sería la mejor definición para esta villa. Esta lleno de edificios religiosos y organiza ferias de ganado multitudinarias. Su encanto es difícil de superar. Esta localidad ha enamorado a artistas de todo el país, tanto es así, que Henri Matisse pasaba temporadas en esta localidad durante a finales del siglo XIX para inspirarse en sus obras Su origen, como el de gran parte de Bretaña, procede de una fortificación feudal. Tiene un puerto protegido, a día de hoy abandonado, que sirvió a la localidad desde el siglo XV al XIX.
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