El puerto más chic de la costa italiana
Un lugar imprescindible de la costa italiana. Bello, elegante, animado. Llegas a Portofino recorriendo la costa y pasando por pueblos encantadores y al final de la carretera te espera la "joya de la Corona", porque Portofino es como un regalo para el viajero que con calma y sin pretensiones llega hasta este lugar.
Nosotras hemos llegado en coche desde La Spezia, en nuestro recorrido a lo largo de la región de la Liguria. Tras la sorpresa que nos ha deparado la población de Rapallo, Portofino nos ha dejado sin palabras, embelesadas y su toque chic ha hecho que nos invadiera el espíritu lujoso de alguna famosa;-), porque en Portofino todo se mezcla. Un puerto de pescadores con yates suntuosos atracados en su picoleta cala, tiendas de superlujo con colmados de productos de toda la vida, y si callejeas hacia su casco antiguo, encontrarás tiendas de artesanos y alguna que otra iglesia de mil colores.
Portofino es de esos lugares que uno tiene que visitar en su vida. Y yo por suerte lo he hecho. He caminado por sus alegres calles de colores, por su puerto de postal, he recorrido su promontorio en busca de rincones secretos y recónditos, como el Faro que nos ofrece unas mágnificas vistas al golfo de Tigullio y hemos degustado en uno de sus apetecibles restaurantes un rico menú de corte marinero.
Pues si, nos hemos quedado enamoradas de Portofino y su alegria de vivir, no nos ha dado miedo su fama de lugar de famosos, artistas y ricos. Nosotras hemos paseado sin complejos entre tiendas de Prada, Rolex, al lado de cochazos, de jet-set, pero..., Portofino supera todo eso con su belleza paisajística, con sus casas de colores, con sus recoletas calles, y sobre todo con su inconfundible acento italiano.
Sin dudarlo, a mi saco de imprescindibles, estoy convencida que volveré;-).


