Una antigua poza de hielo
Este pozo de hielo se usó del siglo XVII al XIX para conservar el hielo que se obtenía del rio Negre o de la Bofia, ya que llegó a ser un bien de gran necesidad y de aquellas no existían los frigoríficos.
Tras caer en el olvido, se redescubrió tras unas obras en el puente, de ahí que se recuperara y ahora se puede visitar el pozo, que está perfectamente conservado. La visita la podemos hacer por libre, leyendo los distintos paneles y el tríptico, que explica su historia en catalán, español e inglés.
Una visita curiosa, para ver como han cambiado los tiempos, y que podemos hacer en una media hora.