Este bar y restaurante ubicado en pleno...
Este bar y restaurante ubicado en pleno barrio de Palermo y frente a la Plaza Serrano, es un lugar de minutas, pizzas y picadas, se lo publicita como de ambiente moderno con Barra de tragos y Menú ejecutivo. Dispone de acceso y baños para discapacitados, show, mesas al aire libre con sombrillas, estacionamiento y aire acondicionado. Cuenta con algunos boxes, 20 mesas y sillas, un espacio en la planta alta con otras diez más y ventanas a la plaza, la barra del bar es de madera. Se encuentra abierto todo el día, todos los días del año.
Un domingo de este febrero por la tarde y con una temperatura tan elevada que partía las piedras salimos a caminar con una de mis hermanas por Palermo, recorrer sus originales negocios en donde se encuentra de todo y para todos los gustos, y mirar los puestos de artesanos de la Plaza Serrano. Comenzamos buscando un lugar para refugiarnos del calor y en vista de que no había un espacio disponible en ningún lado, entramos en Prólogo para tomar algo. A pesar de los 37º a la sombra, todas las mesas estaban ocupadas pero no era nuestra intención quedarnos allí puesto que eso no era lo recomendable a las 3 de la tarde y decidimos ingresar al local en vista del aire acondicionado que veíamos desde afuera. El lugar no obtendría, en mi gusto personal, ni siquiera 7 puntos. El aire acondicionado estaba encendido pero con todas las ventanas y la puerta abiertas. Una gran variedad de carteles, luminosos o no, tapizaban las paredes con propagandas de cervezas de distintas marcas y dos televisores encendidos inútilmente porque nadie los miraba. Contrastando visiblemente con el resto de la decoración, una antigua cafetera de cobre colocada sobre un tonel de madera le da al lugar un aspecto de calidez insospechada. Nos ubicamos en un box a la espera de que alguien nos atendiera y una mozo lo hizo cordialmente pero, ante el pedido de un licuado de frutas con agua, nos dijo que licuados con agua no preparaban, sólo con leche. El lugar estaba limpio pero las sillas denotaban el paso del tiempo con su pintura negra descascarada que dejaba aparecer el lustre original, la atención fue decorosamente amable y lo que nos sirvieron era de buena calidad aunque nada extraordinario. Me contaba mi hermana que por las noches la música está puesta a tal volumen que hasta a los que les gusta les resulta un fastidio.