Carlos Olmo
Comunidad Evangelista en un entorno divino
Es una de las poblaciones más pobladas de Ilha Grande, gracias a la pesca que la ha convertido en el segundo lugar en importancia económica después de Abrao.
Cuando llegamos la gente nos miraba de manera inquisitiva y poco amigable, algo bastante extraño en Brasil, y es que su población pertenece a la comunidad evangélica y son bastantes reticentes a aceptar turistas porque piensan que vamos a traer sobre todo cosas malas.
Es muy difícil hacer amigos allí si no eres evangélico. La dueña de la posada donde nos alojábamos llevaba 5 años viviendo en Provetá y tenía poca relación con los locales. Provetá tiene electricidad desde hace 2002, y con ella han llegado algunos adelantos que los evangelistas consideran diabólicos, como la televisión.
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