¿arabe? ¿románico? Una joya en un lugar lleno de historia y leyendas. Inolvidable
Salimos de la presa de Beleña, donde dejamos el coche en una explanada. Un paseo por la presa nos muestra tras el embalse, la ermita de Peñamira, en un cazadero del hombre de Neardhental (50.000.- años a.c.), por despeñamiento.
El camino nace frente a la glorieta y baja hasta el pie del muro; a la derecha una toma de agua, que abastece al Corredor del Henares, y el aliviadero que da caudal al Sorbe. En el cruce seguimos de frente hasta el siguiente donde tomamos a la izquierda para llegar a las ruinas del molino del Tío Puerta.
La tradición cuenta que se construyó sobre las ruinas de la "casa de placer" para nobles y clérigos, destruida a principios del siglo XVI. Se conservan restos del azud así como la fuente de Doña Urraca protegida por una verja.
La vereda conecta con el camino, dejando a su izquierda un olivar. Desde aquí se ven las ruinas del castillo de Doña Urraca y el camino de las Escarihuelas. El puente árabe, con arco de herradura y veinte metros de alzada, impresiona; la herradura se obtiene gracias a la roca de apoyo (de ahí que algunos opinen que es Románico).
Antes de cruzar el puente, una senda a la izquierda baja a una fuente. Al otro lado una vereda baja por la izquierda hasta la poza de Doña Urraca, lugar para el baño. Se llama así porque en uno de los lances del siglo XVI por la disputa de la villa, Doña Urraca se bañaba desnuda en ella para disfrute de asaltantes y sitiados.
Subimos el camino despacio y las vistas mejoran. Ariba, la vereda continúa dejando a la izquierda el castillo y entra en el pueblo por los cocederos. El camino pasa por delante de la iglesia y llega a la carretera de la presa. Es la ruta de vuelta.
