Abrir los ojos y darse cuenta de que...
Abrir los ojos y darse cuenta de que esta amaneciedo tras tu ventana, mientras permaneces arropado entre las sábanas, después de haber soñado con volar hasta el firmamento, es la mejor manera de comenzar a explicar este viaje.
Cuando despiertas de ese modo, sabiendo que en algún lugar del planeta puedes cumplir tus sueños, te provoca querer realizarlos, y así es como descubrí Canencia.
Tras los pesados y verdes valles de nuestra Sierra Madrileña, se encuentra este mágico lugar, separado del mundo real, tal vez, incluso cerca de las viejas leyendas de hadas que habitan en nuestros bosques y montañas, danzando bajo el rumor de las cascadas.