Puerto de Hamburgo

Bonito paseo por la ciudad hanseatica de Hamburg, en la que pudimos disfrutar de su maravilloso puerto fluvial, donde a pesar de estar situado a mas de 90 km del mar son notables la influencia de las mareas. Una visita obligada es die Speicherstadt, el mencionado Puerto con la faraonica Elbephilarmoni, es decir la nueva opera de Hamburgo, con un sobre coste millonario. Tampoco podemos dejar de visitar la Plaza del ayuntamiento y las calles aledañas, Blankenese uno de los barrios mas elegantes de Alemania y tambien una de las zonas maß caras y exclusivas de Europa. Tampoco debemos olvidar el castizo barrio de Sank Pauli y su famosa Reeperbahn.

Siendo una ciudad pegada al mar, es fácil imaginar que Hamburgo tendría un puerto en condiciones. La realidad es que es uno de los puertos más importantes del mundo y es descomunal. Aprovechamos a visitarlo coincidiendo con su cumpleaños. Nada más y nada menos que 823 años. Así que el ambiente era festivo. Había un montón de puestos de comida y bebida (y no sólo salchichas y cerveza como pudiera parecer), música en vivo, y un montón de barcos llegados de todo el mundo, muchos de los cuales se pueden visitar. Especialmente interesante son la cantidad de pequeños veleros.

El puerto de Hamburgo es uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad, apodada “Puerta del mundo” por la importancia de su enorme puerto, el segundo mayor de Europa. Además de cruceros, transatlánticos y barcos de mercancías, en el puerto hay también pequeñas embarcaciones turísticas en las que puedes hacer un crucero por los múltiples canales que sortean la ciudad, y por el río Elba.

Además, en torno al puerto franco existe una "ciudad almacén", que es el segundo complejo de almacenes mayor del mundo.

En el puerto de Hamburgo se puede visitar el barco museo Cap San Diego, construido en 1962. Me gustó en especial poder visitar la sala de maquinas, con su motor diésel de nueve cilindros, y bajar hasta el túnel de la hélice.

Muy lindo lugar el puerto. Y cruzar el túnel por debajo de Elba es una experiencia interesante y diferente. Vale la pena hacerlo y animarse a descender por las escaleras y subir por esos enormes ascensores junto a los autos, bicicletas...

Súper tranquilo.

Un lugar precioso para los amantes del agua, sobretodo al atardecer y a la noche.

Su edificación y variedad de propuestas de museos de todo tipo.

Su entorno parece de película.